Mis vacaciones en Mérida

Mis vacaciones en Mérida

Es realmente vergonzoso para mí pensar en eso, pero sigo pensando que es una historia candente que la pueden publicar aquí.

Estaba de vacaciones en Mérida con un grupo de amigos, algunos chicos y algunas chicas. El primer día, después de conocer la algunas de las ruinas que están por la ciudad, fuimos a un club donde la pasamos muy bien, como suele ser el caso cuando bebo demasiado y bailo toda la noche, me excito mucho, aunque no pase nada súper especial. Para no hacer muy larga esta historia, conocíamos al dueño de un pequeño autobús con 6 asientos y le pedimos que nos lleve de regreso al hotel, pero éramos 8 personas. Entonces, en lugar de tener a alguien esperando en el club o tomando un taxi, decidimos que dos personas se sentaran en un  asiento. Esos amigos éramos yo y un amiga.

Estaba sentada en su regazo mientras regresábamos al hotel, ya sabía que el viaje de regreso iba a ser difícil para mí. Durante todo el viaje estuvo haciendo bromas sexuales, me levantó la camiseta, puso sus manos en mis muslos, separó mis piernas como una forma de burlarse, ya que mis otros amigos pensaron que era candente el que estuviéramos sentadas una encima de la otra, un mal juego de parte de ellos.

Lo que ella eran bromas para ella, para mi era algo que me hacia sentir bastante excitada siendo honesta, mi cabeza se volvía loca y podía sentir que me estaba acercando al orgasmo por la forma en que trataba de mantenerme en equilibrio en su regazo y por la calle llena de baches. Finalmente, casí una cuadra antes de que llegáramos a nuestro hotel, en broma frotó con una de sus manos sobre mis bragas por un segundo, me tomo por sorpresa ese movimiento y perdí el control. Me corrí, no gemí ni hice una escena ni nada. No creo que nadie, excepto ella, se diera cuenta de lo que sucedió, pero ella lo sabía. Aunque nos seguimos viendo, no volvimos a hablar de esto nunca más.

 

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